Hasta un enemigo puede servir como inspiración de una obra. La carrera del cineasta Oliver Stone se ha movido siempre por impulsos creativos, por decisiones que cada vez más le alejan de la industria de Hollywood. El último de sus trabajos, La historia no contada de Estados Unidos, que se emite desde hoy en La 2 (21.00) —son diez capítulos (el primero, espectacular, indaga en la Segunda Guerra Mundial) programados de lunes a jueves—, surgió tras la presidencia de George W. Bush. Curiosamente, Stone, que presentó esta serie documental en el recién clausurado Festival de Cine de San Sebastián, no considera a Bush hijo como la encarnación del mal en la Tierra o el hijo de Lucifer: “No es una aberración, sino otro mal presidente, otro ejemplo de los productos que nacen de la política imperialista americana”.

TVE ha comprado diez de los doce episodios que conforman la serie. El mismo Stone entiende por qué: “Entregué los dos últimos episodios un par de años después de los primeros, y son una especie de prólogos que arrancan desde la guerra de 1898, pasando por las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, y el periodo de entreguerras. Están llenos de nombres y lugares. Son más complejos para la gente joven”. Porque al cineasta lo que le ha movido es la sensación de engaño que se desprende de la historia que se estudia en los colegios de Estados Unidos. Y los documentales están especialmente dedicados a ellos. De montaje visual extraordinario, los capítulos están repletos de documentos sonoros e imágenes impactantes, articulados con un ritmo vibrante. La voz en off del cineasta guía al televidente para que siga de su mano la historia. No hay entrevistas, sino imaginería visual, pero tampoco hay mentiras: en su lucha contra la manipulación no podía caer en ello Ese capítulo es también el que le sirve como prólogo. “Queríamos darle la vuelta a todo, poner en duda lo establecido, porque lo que estudié yo, lo que han estudiado mis hijos, no es la auténtica verdad. Nací en 1946 y lo que he visto ha sido asombroso. Nunca sospeché que se derrumbaría el sistema comunista o que el gobierno estadounidense se convertiría en el imperio de un mundo del que es el policía. Les decimos a todos lo que deben de hacer”.

Stone: “Queríamos darle la vuelta a todo, poner en duda lo establecido”

Ahí está el corazón de la serie: cómo EE UU se ha convertido en el imperio único fatuamente reinante en el mundo actual, del que Stone ve una salida muy muy difícil. Descarta a Barack Obama porque, asegura, “es un producto del sistema que muestra la serie, y ningún hombre puede con el imperio”. “Ha sido decepcionante, poco valiente”. Solo salva de esta quema presidencial a F. D. Roosevelt y a J. F. Kennedy. Para el director todos los hechos están relacionados, pero tampoco apoya extrañas teorías conspirativas, como las que relacionan el 11-S con elemento externos a Osama Bin Laden. “Las conspiraciones son muy atractivas para la ficción, sin embargo, eso no nos hace comprender las cosas, las causas y las consecuencias”. Curiosamente, y sin que él lo quisiera, Stone se ha convertido en el director con más películas sobre la historia del siglo XX e inicios del XXI: su filmografía sirve para entender algunos hechos claves de los últimos cincuenta años, aunque su punto de vista haya generado innumerables controversias y muchos historiadores pongan en duda los trabajos del director de JFK, Nixon.Stone saca pecho: “No quiero sonar fatuo, pero esta serie documental es tal vez el mayor logro de mi vida profesional. Espero que quede para las generaciones futuras. Mi conocimiento es el del cineasta, y mi alma la de un director de ficción, pero a veces es imposible dramatizar, ficcionar la auténtica historia. Peter Kuznick [coautor de la serie y profesor de historia en la American University, además de experto en temas nucleares] dice que “mucha de esa información se conoce en las facultades, pero teníamos que llevarla a los institutos”.

La tripulación de James Spithill está protagonizando desde hace una semana una remontada sublime, a la altura de las mayores gestas deportivas. El actual defensor de la Copa América, que este martes logró dos nuevas victorias, ha salvado siete match balls hasta igualar el marcador. El destino del trofeo deportivo más antiguo del mundo dependerá así de lo que ocurra esta noche (22.15 horas en España) en la bahía de San Francisco. Es la final más larga y espectacular en 162 años de regata. Para muchos, la mejor de la historia.

l 'Defender' llega al duelo definitivo con su catamarán USA17 bien afilado, vigoréxico, y con la moral a la altura del ego de su jefe, el multimillonario Larry Ellison. Todo lo contrario que su rival. La cara del timonel Dean Barker después de encajar este martes la décima derrota frente a los estadounidenses, que sólo disfrutan de ocho puntos por la sanción que sufrió por hacer trampas, reflejaba el estado anímico de su tripulación, de su equipo y de su país; era el rostro de la impotente presa devorada.

En la salida de la primera manga del día (la decimoséptima), Barker cometió un error garrafal: no calculó bien y acabó colisionando levemente con Oracle, que tenía preferencia de paso. Instantes después, otro contacto. Doble penalización para los neozelandeses, que veían cómo Spithill y compañía empezaban a volar con las hidroalas, mientras ellos apenas habían comenzado a acelerar.

Pese a comenzar la regata con casi 300 metros de desventaja, el AC72kiwi incomodó al Oracle tras el primer tramo de ceñida al recortarle 10 segundos su ventaja, pero la batalla acabó en el pulso a favor del viento, donde el equipo de San Francisco logró poner tierra de por medio a base de velocidad y decisiones tácticas sensatas. Al final, después de completar los cinco tramos del recorrido, el USA17 superó por 27 segundos al 'Aotearoa'. Ocho a siete.

La alegría estadounidense, sin embargo, se detuvo súbitamente en la salida de la segunda manga. Después de varias jornadas el Team New Zealand volvía a navegar en primera posición tras salir por lado bueno del campo de regatas. En la primera boya, los neozelandeses disfrutaban de cinco segundos de ventaja después de un apasionante duelo por pasar primero.

Ya en la segunda puerta, donde los barcos inician la ceñida, los de Barker continuaban teniendo al rival controlado, a siete segundos de su popa en el comienzo del tramo. Cada uno apostó por un bordo completamente diferente y en su posterior aproximación, el AC72 'kiwi' cometió un error táctico al virar antes de que se produjese el cruce. Spithill no lo dudó y aprovechó esa extraña maniobra para llevar al enemigo hasta el límite del campo de regatas. Una vez allí, el Oracle despegó. El Team New Zealand llegó a la tercera boya 57 segundos por detrás del Defender y la distancia entre ambos superaba el kilómetro. Una salvajada. Empate a ocho.

El sindicato de Larry Ellison casi ha obrado el milagro. Ha llegado a la decimonovena regata de la 34ª Copa América, al último asalto. El aguamanil de plata será para el que este miércoles gane la manga definitiva en San Francisco.

El artillero de 32 años, Martín Arzuaga, fue fichado por la institución americana por ser el goleador del Torneo de la B con 26 anotaciones en el semestre anterior.

Por la falta de goles que tenía el equipo ‘rojo’ hace unos meses, existía la necesidad de encontrar un artillero y quién mejor que este delantero, que llegaría a aportar experiencia, madurez y goles.

El conjunto americano es colíder de la clasificación con 21 puntos, los mismos que el Real Cartagena, sólo que con menor diferencia de gol y con un partido menos, ha jugado diez encuentros.

Pero el 'Torito de Becerril' ha disputado seis partidos con la camiseta 'escarlata' y ya ha marcado en tres ocasiones, convirtiéndose en el goleador del América de Cali.

El domingo, frente a Llaneros, fue la segunda vez que jugó en el estadio Pascual Guerrero y por primera vez infló las redes con una destacada definición y celebró con una venia, expresando su respeto y admiración por la afición americana.

Para Martín, quien militó en equipos a nivel nacional como el Junior, Medellín y Chicó (también lo hizo a nivel internacional en el fútbol mexicano, argentino y peruano), decidió estar en uno grande como el rojo así sea en la segunda categoría del fútbol colombiano.

Arzuaga dialogó sobre el gran reto que tiene él, sus compañeros y el cuerpo técnico de ascender al América, además de la actualidad que vive con el equipo de los ‘diablos rojos’.

¿Cómo vive eso de ser el goleador del equipo? 
“Muy tranquilo, podía ser más amplio en la cuestión de los goles, sabe uno que es humano y erra, lo importante es mejorar en el entrenamiento”.

¿Cree que se está comenzando a formar una sociedad del medio campo hacia arriba? 
“Poco a poco nos vamos complementando, nos vamos conociendo mucho mejor. No es fácil cuando uno trata de hacer las cosas bien y no salen. Pero eso es bueno para lo que pretendemos, que es tener un buen entendimiento dentro de la cancha. Ojalá sigamos en esa misma tónica, hay que ser más certero a la hora de concretar las opciones y elegir mejor”.

¿Cómo maneja esos momentos en los que la pelota no logra entrar? 
“Eso es con trabajo, en la medida que se va trabajando se va perfeccionando y se va acostumbrando a tener como un chip dentro del cerebro. Las repeticiones que se hacen siempre en el entrenamiento sirven para mejorar, esperemos seguir contribuyendo, sino es con goles entonces con actitud y entrega para el equipo”.

¿América está encontrando ese juego ideal? 
“Por ahí se llena de angustia al saber que se están ganando los partidos un poco complicados, no muy amplios los resultados, pero las cosas buenas siempre se construyen a base de sacrificio, de angustia. Estamos esperanzados y estamos con la ilusión de que sea el comienzo de un América que gane gustando y jugando bien, con buen fútbol”.

¿Qué ha significado para usted estar en esta institución? 
“Es una de las cosas bonitas que me ha pasado, estar en una institución grande, que tiene mucha historia y que estamos con ganas de escribir la nuestra. Nos hemos preparado muy bien, por le menos en lo personal, para contribuir con mis compañeros a que América vuelva al sitial que se merece, que es en la A peleando torneos internacionales. Muy contento, por lo que se vive durante la semana, en los mismos partidos y en los viajes. La importancia que le da la gente y sabe uno que tiene que corresponder de la misma manera porque este equipo es la alegría no solo de una ciudad como Cali sino de Colombia, donde uno va te reciben de una manera tal, que ahí uno encuentra lo grande que es este equipo”.

¿Cómo se sintió marcando en el Pascual Guerrero frente a la hinchada americana? 
“Este equipo como tiene una historia, la ha hecho fuera pero también dentro del Pascual Guerrero. Es algo simbólico para esta institución jugar ahí, donde ha librado muchas batallas y donde ha tenido muy buenos resultados. Para mí es un fortín jugar dentro del Pascual y espero corresponderle a los hinchas”.

¿Qué le ha expresado el técnico Diego Umaña? 
“Umaña es de hablar poco pero de trabajar mucho, sabe de lo que le podemos brindar. Tranquilo, pienso que hay que seguir por el mismo camino y tratar de jugar de la mejor manera para facilitar el objetivo”.